2. Cambios estructurales y distribución Modificar tabiques, abrir espacios o reforzar estructuras puede encarecer mucho la obra. Estos cambios implican trabajos técnicos que requieren permisos y la supervisión de profesionales cualificados.
3. Instalaciones nuevas Actualizar sistemas eléctricos o de fontanería antiguos, o instalar climatización, domótica o calefacción por suelo radiante, supone una inversión considerable, pero necesaria para garantizar eficiencia y seguridad.
4. Calidades y acabados Los materiales que elijas pueden hacer variar mucho el presupuesto. Por ejemplo, un suelo porcelánico no cuesta lo mismo que uno laminado. Lo mismo ocurre con griferías, pintura, puertas, ventanas y muebles a medida.
En resumen, lo más caro en una reforma no es un único elemento, sino la combinación de factores como la complejidad técnica, los materiales y los cambios estructurales. Por eso, en REFORNEOX te ayudamos a priorizar, optimizar y ajustar el proyecto a tus necesidades y presupuesto, sin renunciar a la calidad. ¿Tienes dudas sobre cómo repartir tu inversión? Contáctanos y te asesoramos sin compromiso.